Cada primer sábado de mes, sobre las 18:30, (una hora después en horario de verano), se vive un rato de oración a la Virgen, además del rezo comunitario del Santo Rosario y luego la participación más activa en la celebración de la Misa parroquial de víspera.
La gran fiesta de la Virgen del Carmen el 16 de julio cada año, viene precedida por una Novena en su honor, o un Triduo estos últimos años. Además, a lo largo del año, hay varias reuniones generales: al menos en enero, marzo, junio y noviembre.
El objetivo del Grupo Parroquial de devotas de la Virgen del Carmen es fomentar el culto y amor a la Virgen María, madre de Jesús, en la secular advocación del Carmen, (no solo Patrona del mar y los marinos, sino también abogada para una buena muerte): la tradición dice que la Virgen se apareció a San Simón Stock, entregándole el escapulario como un signo de salvación y protección eterna. Desde entonces, millones de fieles han confiado en su intercesión y protección.
La devoción a la Virgen del Carmen se remonta al siglo XII, cuando un grupo de devotos se estableció en el Monte Carmelo, en Tierra Santa. Allí, construyeron una iglesia dedicada a Santa María del Monte Carmelo y comenzaron a venerar a la Virgen bajo esta advocación. La figura de la Virgen del Carmen se asocia con la protección y la maternidad divina, y su culto se expandió con la fundación de la Orden de los Carmelitas.
En nuestra Parroquia de San José, el culto a Dios poniendo por mediadora a la Virgen del Carmen arranca en abril de 1957, con la sencilla imagen que había en la iglesia primigenia del Barrio Ferroviario, imagen que se encuentra actualmente en la capilla del Santísimo Sacramento del actual templo parroquial. En el cual, además, en el presbiterio de la nave principal, desde hace varios lustros, se venera otra nueva imagen sensiblemente mayor, (aparte de una vidriera anterior, -desde su construcción en 1998-, en el lateral bíblico del templo).

